Implantes dentales sin hueso

8 de mayo de 2024
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En la colocación de implantes dentales, la osteointegración es esencial para fijar prótesis dentales de manera fija en los lugares donde hay ausencia dental. Sin embargo, la pérdida de hueso en los maxilares puede ser un problema para la colocación de implantes.

Existen dos componentes fundamentales del hueso de los maxilares: el hueso alveolar, que es la porción del hueso que sirve de soporte para los dientes, y el hueso basal, que es la porción del hueso donde se inserta la musculatura de la cara y que sirve como sustento a la piel de la cara.

Las causas de la pérdida de hueso de los maxilares incluyen ausencias dentales, periodontitis y periimplantitis, traumatismos faciales que causan fracturas óseas, la presencia de prótesis removibles, extracciones traumáticas, enfermedades óseas en los maxilares que impliquen cirugía resectiva, como cáncer oral, entre otras.

Anteriormente se creía que las atrofias en sus grados de moderado a severo imposibilitaban la colocación de implantes. Sin embargo, actualmente existen varias alternativas para solucionar estos casos y proporcionar dientes fijos, incluso en casos extremos de pérdida de hueso.

Entre las alternativas de tratamiento para las atrofias maxilares se encuentran la colocación de implantes cortos y estrechos, la regeneración de hueso y la lateralización del Nervio Alveolar Inferior (NAI) o la transposición del agujero. También existen implantes zigomáticos, que se anclan en el hueso zigomático y permiten lidiar con una atrofia severa de los maxilares sin necesidad de regeneración, acortando el tiempo de tratamiento.

Las contraindicaciones absolutas en implantología son aquellas que impiden la realización de una cirugía ósea ambulatoria menor.

Entre ellas se encuentran enfermedades no controladas, como periodontitis, diabetes, trastornos de coagulación, epilepsia, inmunosupresión, VIH y enfermedades mentales, y enfermedades graves. También se incluyen enfermedades tromboembólicas recientes, tratamientos de quimioterapia o radioterapia reciente y bisfosfonatos o algunos anticuerpos monoclonales por vía intravenosa u orales durante más de 3 años, así como enfermedades óseas graves como osteomalacia y osteogénesis imperfecta.

Hace unos años, se tendía a colocar implantes grandes (tanto en diámetro como en longitud) con el objetivo de que fueran más duraderos.

Sin embargo, con los estudios a largo plazo, hemos visto que no es necesario la colocación de implantes tan grandes, ya que el tamaño del implante no es un factor clave para su durabilidad, incluso si el diente que va a soportar es más grande que el propio implante. Esto permite rehabilitar maxilares atróficos de una manera muy poco invasiva.

Otra alternativa es la regeneración de hueso. Existen numerosas técnicas de regeneración para recuperar el tejido óseo que se ha perdido. Para esto, se emplean materiales especiales, como los artificiales que son biocompatibles, los de procedencia animal (vacuno, ovino o porcino) y los de bancos de hueso humano tratados para no generar reacción injerto contra huésped o del propio paciente al que se le hace la regeneración, obteniéndose de una zona diferente a la que se va a hacer la regeneración.

Se puede regenerar el hueso tanto en anchura como en altura con la técnica adecuada para cada caso y aunque la regeneración añade una duración mayor a los tratamientos generalmente, el resultado en cuanto a estética y duración a largo plazo de los implantes es perfecto si se ha realizado correctamente.

En algunos casos, en lugar de recuperar el hueso que se ha perdido, lo que se quiere es modificar la trayectoria de las estructuras nerviosas que limitan la disponibilidad del hueso. Este es el caso de la lateralización del Nervio Alveolar Inferior (NAI) o la transposición del agujero. De este modo, se puede colocar el implante aprovechando el hueso basal remanente y evitando daños en dichas estructuras.

Por último, existen los implantes zigomáticos, que se anclan en el hueso zigomático, el cual es el hueso que forma el pómulo. De este modo, se puede lidiar con una atrofia severa de los maxilares sin necesidad de hacer regeneración, lo que acorta el tiempo de tratamiento.

Os recordamos que en anteriores posts de nuestro blog ya hemos hablado de los implantes dentales con injerto óseo.

Si necesitas alguno de estos tratamientos y no sabes cuál es el mejor en tu caso, no dudes en contactar con nosotros en nuestra clínica dental del centro de Madrid y nuestros especialistas harán que obtengas el mejor resultado.


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