Caries más comunes en la infancia

La caries dental se produce debido a una erosión en los dientes como consecuencia de los ácidos producidos por las bacterias. Cuando ingerimos alimentos con azúcar provocamos que estos azúcares queden encima de los dientes y son las bacterias las que se alimentan del azúcar, creciendo más fuerte y produciendo ácidos que atacan a los dientes y debilitan el esmalte.
Por el contrario, la saliva y el flúor son los encargados de remineralizar el diente. Cuando se produce un desequilibrio entre la desmineralización y la remineralización, se dan las erosiones dentales que, como consecuencia, llevan a las caries.
Es muy importante que se detecten a tiempo, si no, la caries puede generar una gran destrucción del diente e incluso llegar al nervio del diente (pulpa), lo que produce sensibilidad dental o dolor, además de la consiguiente necesidad de realizar una endodoncia en el caso de los adultos o pulpotomía en niños.
Tipos de caries
Existen tres tipos de caries. Una de ellas es la rampante de lactancia, también conocida como caries de biberón. Este tipo de caries afecta a los dientes de leche en niños entre los 6 meses o los 4 o 5 años. Es muy agresiva y avanza muy rápido, suele aparecer en la cara vestibular del diente. Normalmente, los dientes más afectados son los incisivos superiores debido a que hay más contacto en el acto de succión a la hora de tomar el biberón o el pecho, sin embargo los caninos y molares también pueden verse afectados.
Algunas recomendaciones para evitarlas:
- Perder el hábito de mojar el chupete o la tetina del biberón en azúcar, leche o miel.
- Cepillar al niño cada vez que tome el biberón o el pecho.
- Evitar que se quede dormido con el biberón en la boca, consiguiendo así no cepillarles y que sus dientes pasen muchas horas en contacto con el azúcar.
- Comenzar el hábito de cepillar desde que sale el primer diente, y con una gasita empapada en agua en las encías donde aún no han salido los dientes.
Las caries oclusales son el segundo tipo de caries. Aparecen en la zona más superficial del diente y se forman cuando los alimentos se quedan entre los dientes y no los eliminamos con el cepillado. Por ejemplo, los alimentos que más nos cuestan eliminar por completo son las patatas, las galletas y el pan.
El tercer tipo de caries son las conocidas como caries interproximales, que suelen formarse en los espacios entre los dientes, donde se acumulan más los alimentos. Este tipo de caries es muy común en personas con apiñamiento de dientes y personas que llevan aparatos de ortodoncia o prótesis.
En el caso de los más jóvenes, es muy importante y necesario acudir a revisiones con el odontopediatra, ya que en algunas ocasiones solo las podemos diagnosticar a través de radiografías al no ser visibles a simple vista.
Recuerda añadir en tu rutina de limpieza bucal la seda o cepillos interdentales para evitarlas. También te recomendamos visitar a tu dentista al menos dos veces al año.
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