La ortodoncia es un tratamiento que tiene una doble función, la primera es mejorar la función de la boca, hacer que la dentadura encaje y que la mordida sea la correcta, y la segunda tiene que ver con estética y cuidado personal.
La ortodoncia es un tratamiento que tiene una doble función, la primera es mejorar la función de la boca, hacer que la dentadura encaje y que la mordida sea la correcta, y la segunda tiene que ver con estética y cuidado personal.
¿Sabías que el bruxismo es un trastorno que afecta a más de un 20% de la población, incluso a los niños? Según la Sociedad Española de Ortopedia (SEDO), el 80% de los niños ha manifestado en algún momento síntomas de bruxismo a lo largo de su infancia.
Las carillas dentales son una fina lámina de resina o porcelana que se une a la parte visible del diente para solucionar problemas estéticos como imperfecciones de color, forma, tamaño o posición.
El bruxismo es un trastorno que consiste en rechinar, crujir o apretar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos y suele ser causado por situaciones de tensión o estrés. Si lo sufres, es posible que aprietes los dientes cuando estás despierto o lo hagas inconscientemente mientras duermes (bruxismo nocturno).
Los implantes dentales nos permiten reemplazar piezas perdidas por prótesis fijas de manera muy natural, permitiendo disfrutar una masticación funcional, una sonrisa bonita y la posibilidad de sentirse más a gusto con uno mismo.
La higiene bucodental es fundamental para la salud y por eso es prioritario conocer la mejor manera de proteger nuestros dientes.
La sensibilidad dental es un dolor intenso que suele generarse por comer o beber algo caliente, frío, dulce o ácido.
La extracción de una pieza dental puede ser compleja o darnos miedo, pero con los cuidados adecuados podemos recuperarnos rápidamente.
La retracción o pérdida de las encías, además de ser un problema estético, afecta a la salud bucodental, llegando incluso en algunas ocasiones a provocar la pérdida de alguna pieza.
El sarro, también conocido como cálculo dental, es una placa de tono amarillento que aparece entre la encía y los dientes, principalmente en los de la parte inferior de la boca, que se compone de una mezcla de bacterias, de saliva y restos de comida.